Rafael Nadal, nueve veces campeón de los Internacionales de Francia, en Roland Garros, llega hoy a París bajo el halo de un registro imponente: 66 victorias y una derrota sobre 67 partidos jugados sobre la tierra del evento francés de Grand Slam.
Desde tiempos prehistóricos no se conoce o registra una marca semejante en el arenal ocre del Bosque de Bolonia. Por ejemplo, Roger Federer ha ganado 61 partidos... y ha perdido 15. Y Guillermo Vilas firmó 56 victorias: por 17 derrotas. Pero...
Pero ello no evita una situación de alerta insólita para un Nadal que, por primera vez en su carrera, llega al torneo de sus amores sin un solo título en la temporada europea de tierra: en 2015, Rafa solo se ha coronado sobre arcilla latinoamericana: en Buenos Aires. Precisamente por esa sequía, Nadal se presenta en el sorteo del viernes como número siete de la Lista de la ATP y, si Roland Garros respeta este orden (el propio Djokovic insinúa un ‘replanteamiento’ en el caso de Nadal), el vigente campeón en los Internacionales de Francia podría tener que verse ya en cuartos con uno de los cuatro primeros del mundo: Berdych, Murray, Federer... o el número uno, Novak Djokovic. Más allá, viene otro problema no pequeño para Nadal (“un récord como el suyo quizá solo ocurra una vez en 100 años”, observa Robin Soderling, único que ganó a Rafa en París, en 2009)... y ese problema es que Rafa Nadal, al defender 2.000 puntos como campeón, está obligado a firmar octavos de final de Roland Garros si no quiere salir del Top Ten, los diez primeros de la Lista de la ATP. La última vez que Nadal no estuvo entre los primeros fue el 18 de abril de 2005: puesto 11. Y aun así...
Nadal necesitaría los 180 puntos netos por el pase a octavos (es decir, ganar tres partidos al menos) para no verse desbordado automáticamente por los números ocho, nueve y diez (Ferrer, Wawrinka, Cilic)... y por el número 11, Dimitrov, que solo defiende 10 puntos por su derrota en la primera ronda de 2014.
